Inteligencia Artificial

Google ofrecerá mejores respuestas con su IA, pero rompiendo sus reglas…

En un esfuerzo por acortar la brecha competitiva con líderes como Microsoft y OpenAI, Google se encuentra en las etapas de prueba de una IA revolucionaria, cuyo propósito es brindar orientación para potenciar diversos aspectos de la vida cotidiana.

Respuestas personalizadas de una IA

De acuerdo con fuentes de The New York Times, los ingenieros de Google DeepMind están inmersos en el desarrollo de herramientas vanguardistas diseñadas para abordar tanto dilemas personales como profesionales.

Usuarios de todas partes podrían pronto pedirle a un chatbot inteligente y una IA generativa sabios consejos y soluciones personalizadas. Este ambicioso proyecto se asemejaría a una fusión entre el potencial de ChatGPT y la experiencia de un gurú de bienestar de la plataforma LinkedIn.

En esencia, se estaría gestando una fuente de sabiduría electrónica que podría transformar la manera en que enfrentamos los desafíos de la vida moderna.

Consejos personalizados sobre finanzas, salud, etc.

Entre sus funciones figurarían el suministro de consejos, la orientación profesional, la mentoría para adquirir nuevas destrezas, así como la elaboración de planes de ejercicios y regímenes alimenticios para fomentar una vida saludable.

Conforme un informe revelador, se afirma que la IA ostenta la capacidad de llevar a cabo un mínimo de 21 modalidades distintas de actividades. Google ha tejido estrechos lazos con Scale AI, una firma contratista con base en Estados Unidos.

Esta función radica en autenticar las respuestas generadas por la IA y someter a pruebas exhaustivas su abanico de habilidades. Esta agrupación congrega tanto doctos en la materia como empleados internos de Google, quienes evalúan las respuestas generadas en contextos tanto personales como profesionales.

En uno de los ejemplares más ilustrativos, se presenta una instancia en la que un individuo busca consejo acerca de cómo encarar una coyuntura en la que anhela realizar un viaje, pero carece de los recursos financieros.

Más allá de plasmar una pregunta concisa, el usuario detalla con contexto el dilema, una aportación de valor que ayuda a la inteligencia artificial a generar una respuesta íntimamente personalizada y específica.

Una de las inquietudes que la inteligencia artificial enfrenta radica en su propensión a generar contenido falso. Recientemente, incluso Google advirtió que Bard no constituye la fuente adecuada para la búsqueda de información precisa.

Google rompe sus propias reglas

La IA generativa de Google, con el apremio de ir más allá, se aventuraría en la esfera de proporcionar consejos relacionados con la salud y el bienestar, contradiciendo las pautas establecidas por sus propios expertos.

Distinguir entre la búsqueda de recetas para preparar lasaña y la solicitud de ayuda para resolver conflictos familiares ilustra la delicada línea que se cruza. La misma entidad enfatizó en el lanzamiento de Bard que su IA no tendría la capacidad de brindar consejos médicos, financieros o legales.

Los vientos del cambio soplan y la IA avanza con ímpetu, al menos así lo percibe Google. Un vocero de DeepMind afirmó que han colaborado con múltiples aliados para evaluar sus investigaciones, un paso cardinal en la edificación de tecnología segura.

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