Editorial

Avalada la alianza de Iusacell y Televisa, pero con advertencia

Uno de los temas más sonados hace poco tiempo fue el intento de alianza entre Televisa y Iusacell, dos empresas de rubros completamente opuestos, pero con un ideal en común, el crecimiento de ambas empresas, pero más que nada el crecimiento de las acciones y el desarrollo tecnológico y de cobertura de Iusacell, recordemos que Iusacell es una de las empresas de telecomunicación más importantes de nuestro país, su impacto en el mercado es considerable, pero no lo suficiente como para poder hacer un rebase al de otras empresas como Telcel o Movistar, las cuales tienen ocupado gran parte del territorio con su cobertura tanto de señal como empresarial, pues recordemos que Iusacell es una buena empresa con calidad de telefonía y datos realmente sobresaliente, pero el único detalle que uno encuentra es la cobertura un poco limitada con la que se encuentra.

Pese a ciertos problemas de cobertura por los cuales Iusacell no ha logrado abarcar más mercado mexicano, Televisa observó un interesante campo de desarrollo para Iusacell, y es por eso que se planteó la unión de estas dos grandes empresas para tener un mejor panorama de evolución ante el mercado de telefonía y datos móviles que día con día crece más y más sin esperar a nadie, pidiendo un cambio cada vez más grande de parte de las empresas del rubro de las telecomunicaciones, para eso Televisa veía con buenos ojos el adquirir 50% de la participación en Grupo Salinas, con lo que Iusacell se convertía en una empresa indirectamente de la televisora, con lo que la inversión inyectaba un nuevo aire de desenvolvimiento para la empresa de telecomunicaciones, trayendo mejores velocidades de transmisión de datos, alcanzado o hasta superando las velocidades 4G LTE y sobre todo ampliando el área de cobertura que tiene muy castigado a la misma.

El caso tiene bastante historia. La guerra de las telecomunicaciones inició desde 2010, cuando Carlos Slim, dueño de Grupo Carso, apostó por competir en el servicio de televisión restringida, situación que enfadó a Televisa. Del otro lado, la empresa de Emilio Azcárraga Jean ganó una licitación de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad, lo cual le abría las puertas en el terreno de la telefonía. Con la entrada de ambos millonarios a los terrenos de su contrincante, se desató una serie de diatribas en los tribunales, donde cada empresario acusaba a su contraparte de fomentar las prácticas monopólicas. A todo esto hay que sumarle la decisión de Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas, de aumentar los precios de publicidad para las empresas de Slim. Salinas condicionó el descuento en los precios a que Telcel redujera el costo de interconexión con Iusacell. Atacado por ambos flancos, Slim ordenó retirar los anuncios de sus empresas de ambas televisoras. Tampoco es desconocida la intención del dueño de Grupo Carso de entrar en el terreno de la TV con su propia cadena, algo que no ha logrado aún por falta de una licitación del espectro.

En abril de 2011 se supo que Televisa estaba bajo tramites o platicas con Grupo Salinas para adquirir la mitad de las acciones de Iusacell, por lo cual Carlos Slim presionó para que la Comisión Federal de Competencia frenara el acuerdo. El caso pasó meses en la mesa, hasta que esta semana se decantó a favor de Azcárraga, imponiéndole condiciones para que,al menos en palabra, no exista intervención de este dúo “contra la competitividad”. Ante esto la CFC ha impuesto un interesante listado de clausulas por medio de las cuales el dúo se debe apegar para así poder llevara a cabo su desenvolvimiento.

  • Permitir la licitación de una tercera cadena de televisión abierta, so pena de que, si en un plazo de 24 meses no se ha efectuado, se disolverá la sociedad Televisa/Iusacell con la venta de acciones de uno al otro. La convocatoria para esta tercera cadena será emitida por el gobierno federal antes del 30 de noviembre.
  • Televisa y TV Azteca no pueden condicionar sus espacios publicitarios a cualquier empresa de telecomunicaciones, respetando el precio ofrecido a sus otros clientes.
  • Televisa y TV Azteca no podrán condicionar la contratación de servicios de Iusacell con la venta de espacios publicitarios.
  • Iusacell no podrá ser administrada por miembros de Televisa y Grupo Salinas que estén involucrados en servicios de TV abierta o de paga. Los ejecutivos de Iusacell no deberán tener vínculos con ninguna empresa de ambos grupos.
  • Los contenidos de televisión abierta y restringida de Televisa y TV Azteca deberán venderse de forma separada, no en paquete, de forma no discriminatoria. Así mismo, Televisa y TV Azteca no podrán vender sus contenidos en paquete, obligando a cada empresa a llevar su comercialización de manera independiente y sin intervención de la otra.

¿A que llevaría esto al mercado?, supuestamente muchos hablan de una mejor competitividad de la mano de Iusacell, con la ampliación de su cobertura y posiblemente un mejoramiento del soporte hacia sus sistemas tanto de voz como de datos, no sabemos si esto también hará que nos proporcionen mejores tarifas para los planes de datos o simplemente para la red de voz, pero lo importante es que ya estaríamos frente a un Iusacell renovado en tecnología y dispuesto a dar batalla ante un mercado que cada día exige más a las empresas, veamos el caso de Telcel que ha decidido “eliminar” los planes de datos ilimitados debido a la saturación de sus redes, Iusacell podría evadir este problema con mejores sistemas de administración y nuevas tecnologías, además de tener la capacidad de ofrecer nuevos y mejores equipos a los usuarios para disfrutar sus “nuevos” servicios.

Fuente | CNN Expansión

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3 comentarios

  1. Por la gran inversion que se hará, espero que el beneficio sea real para los usuarios.

    Esperemos a ver que giro le da telerisa a esta empresa.

  2. Todavía no está dicha la última palabra, ya que tanto a Televisa como a Grupo Iusacell le han parecido muy fuertes las condiciones impuestas por la autoridad para poder concretar su fusión. Dicho por el mismo presidente de la Cofetel, Eduardo Perez Motta, ambas empresas tienen 5 días para confirmar que aceptan las condiciones impuestas y así seguir con el proceso de fusión, de lo contrario simplemente no pasa nada y todo seguiría como al principio. “Pérez Motta enfatizó que la resolución dice que la alianza no está aprobada a menos que se acepten las condiciones establecidas, por lo que la decisión está en manos de las empresas y no es un problema que tenga que resolver la CFC.” Así que esta novela no ha terminado.

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